Conocer las necesidades de nuestro cultivo nos permitirá decidir qué tipo de fertilizantes, si minerales u orgánicos son más adecuados
A la hora de elegir el tipo de fertilizante a aplicar, es importante tener en cuenta las necesidades nutricionales de nuestro cultivo. Por ejemplo, los fertilizantes minerales son la mejor opción para cultivos que requieren altas dosis de nutrientes, mientras que los orgánicos son más adecuados para suelos con baja disponibilidad de nutrientes
Los fertilizantes orgánicos son aquellos que proceden de la descomposición de materia orgánica viva, tales como el estiércol, la ceniza, el compost, las algas, etc.
La ventaja de estos fertilizantes es que, además de aportar nutrientes, benefician la actividad biológica del suelo.
Características los fertilizantes orgánicos
Existen algunas particularidades de los fertilizantes orgánicos que es importante tener en cuenta:
- Aportan humus, que es una sustancia que favorece el crecimiento de las raíces, la retención del agua y el aire en el suelo, así como la actividad biológica.
- No se descomponen de forma inmediata y, por tanto, aportan nutrientes durante mucho tiempo.
- Favorecen la formación de una capa de materia orgánica en el suelo, que es una barrera protectora contra la erosión.
- Son más ecológicos, ya que aportan la materia orgánica necesaria para que el suelo se mantenga sano y productivo.
- Aportan microorganismos que favorecen la actividad biológica del suelo, lo que contribuye a que éste retenga más agua y aire, y a que la humedad se mantenga estable.
- Son más estables que los minerales, ya que la descomposición de la materia orgánica es más lenta.
- Son menos concentrados que los minerales, por lo que hay que aplicarlos en mayores cantidades.
Características de los fertilizantes minerales:
- Son solubles en agua, lo que permite que sean rápidamente asimilados por las raíces de las plantas.
- Presentan una elevada concentración de nutrientes, lo que permite aplicarlos en dosis menores.
- No están llenos de elementos secundarios, que pueden provocar la aparición de malas hierbas.
- No son orgánicos, lo que hace que no se descompongan y que las plantas no los aprovechen completamente.
Aunque el cálculo de fertilizantes y el tipo de abono a aplicar deben estar orientados por las necesidades nutricionales de cada cultivo, hay que tener en cuenta que los fertilizantes orgánicos tienen más ventajas que los minerales. Estos últimos son más concentrados, no se descomponen y no son aprovechados por las plantas al 100%, mientras que los fertilizantes orgánicos son menos concentrados, y se descomponen fácilmente.
Necesidades nutricionales de los cultivos
Conocer las necesidades nutricionales de un cultivo es el primer paso para aplicar el abono de manera adecuada. Una buena nutrición es clave para obtener buenos rendimientos.
El cálculo de las necesidades nutricionales de un cultivo es un procedimiento importante a la hora de aplicar el abono adecuado. De este modo se evitan excesos o déficits de nutrientes, que pueden dañar a las plantas.
Para elegir el tipo de fertilizante que mejor se adapta a las necesidades de nuestro cultivo, lo primero que hay que hacer es determinar las necesidades nutricionales de éste. Una vez calculados estos requerimientos, obtendremos la cifra en unidades fertilizantes de cada nutriente que hay que aportar. A partir de aquí, se calcula la cantidad de abono que hay que aplicar por hectárea.